domingo, 25 de noviembre de 2012

Como una muñeca

Ella esta tirada en el suelo con solo unas medias de liga puestas, temblando. El la mira sentado en una silla con indiferencia mientras enciende un cigarro. Ella solloza, no sabe muy bien por que pero tampoco le importa ya que esta ebria. El la sigue mirando mientras fuma esperando a que se incorpore. Cuando por fin lo hace la mira con indiferencia, su pelo rizado cae sobre sus hombros desnudos y le mira con los ojos emborronados por el maquillaje, de repente parece mas pequeña. Ella se empieza a vestir sintiendo la mirada de el clavada en Ella, penetrante. No esperaba que la consolase ni que la abrazase ya que Ella no es nadie para El y El no es nadie para Ella pero tampoco esperaba esa indiferencia. Se levanta y coge sus cosas. El la acompaña asta la puerta y mientras la abre la dice: “Súbete las medias no vaya a ser que te vea algún vecino”. Ella sorprendida solo consigue articular: “Me da igual” y se va.


Cuando llega a casa no la espera nadie. Tira el bolso al suelo y hace lo mismo con la ropa hasta llegar a la cama. Se mete entre las sabanas y recuerda lo transcurrido durante la noche. No llora al recordarlo ni siente vergüenza, ni lo hará cuando lo recuerde mas adelante pero esas palabras acabaran grabadas para siempre en su memoria.


R.P.


Nadie sonríe a nadie

Os habéis fijado que cuando vais por la calle nadie se fija en nadie? No creo, no os fijáis en nadie, no miráis a nadie. Puede que si levantaseis la vista del suelo podríais ver a esa chica que pasa todos los días por tu lado, a ese anciano que todos los días se sienta en el mismo banco a esperar, a esa chica que siempre va corriendo de un lado para otro o ese chico que camina lo mas lento posible porque no quiere llegar a donde quiera que vaya.Por una vez intentadlo, intentar mirar a vuestro alrededor cuando andáis, fijaros en cada detalle, cada persona que pasa por vuestro lado, cada mirada, cada gesto.. Puede que os sorprendáis de lo que os estáis perdiendo todos los días.


R.P.